Buscar este blog

martes, 24 de noviembre de 2020

Freddie Mercury: “No seré una estrella de rock. Seré una leyenda”

 


No hace falta presentación de quien fue sin duda, el lider más carismático de la historia del rock, voz y talento de uno de los grupos más exitosos de todos los tiempos. Freddie Mercury.

De todos los líderes contrastados sobre grandes escenarios, fue quizá el más querido por el público, y el secreto está, en el amor y la humanidad que esparcía este hombre al que se llevó el sida un 24 de noviembre de 1991, cuando contaba solo 45 años.

Kurt Cobain, vocalista de Nirvana, expresó así su angustia terminal refiriéndose a Freddie Mercury. "Cuando estoy detrás del escenario y se apagan las luces y comienza el rugido maníaco de las multitudes, no me estremece como le pasa a Freddie Mercury. Él amaba y saboreaba la adoración de la multitud. Y eso es algo que envidio", escribió el mito de grunge antes de pegarse un tiro.

Ese era Freddy, cuya vida comenzó en la isla africana occidental de Zanzíbar el 5 de septiembre de 1946, con el nombre de Farrokh Bulsara y que veinticinco años más tarde en Londres, bajo el nombre de Freddie Mercury, estaba al frente del grupo de rock ahora legendario llamado Queen.

Hijo de Bomi y Jer Bulsara, Freddie pasó la mayor parte de su infancia en la India, donde asistió al Internado St. Peters. Comenzó a tomar lecciones de piano a los siete años de edad. Nadie podría prever adonde lo llevaría el amor por la música.

La familia Bulsara se trasladó a Middlesex en 1964 y desde allí Freddie se incorporó a una banda de blues llamada Wreckage, mientras estudiaba cursos de diseño gráfico en el Ealing College of Art.

Cuando cantaba en Wreckage, un compañero de estudios presentó a Freddie con Roger Taylor y Brian May, fundadores de un grupo llamado Smile. Smile mutó a Queen cuando Freddie se unió a Roger y Brian como vocalista. El último en sumarse a los integrantes de la banda, que permanecieron juntos durante los próximos veinte años, fue el bajista John Deacon, quien lo hizo el 1º de marzo de 1971


En 1970 cuando recién se había graduado en la carrera de Arte y Diseño Gráfico y Queen empezaba a dar sus primeros pasos Freddie Mercury conoció a Mary Austin en 1970. Junto al guitarrista Brian May, frecuentaban la boutique Biba. A Freddie le gustó esa chica rubia, con la que coqueteaba su guitarrista.

Mary y Mercury comenzaron un noviazgo que duró seis años. No se acabó por infidelidad ni por falta de amor. Se terminó cuando el músico le planteó las dudas sobre su sexualidad, algo que Mary ya sabía y comprendió sin condenar. Nunca dieron el sí formalmente, pero Freddie siempre la mencionaba como su esposa y luego de la separación actuó como si lo hubieran hecho. Le compró un departamento y le
ofreció trabajo como asistente. “Creemos el uno en el otro". “Love of my life”, su balada más famosa y más romántica, fue escrita para ella.


En 1975, Freddie lanza el inmortal simple de cariz operístico Bohemian Rhapsody que alcanzó la cima de las listas británicas, donde permaneció 9 semanas. Una canción que casi no fue publicada debido a su duración y estilo inusual, pero que Freddie insistió que iba a ser reproducida, se transformó en un éxito reconocible instantáneamente.

Para entonces, el talento único de Freddie era cada vez más evidente, una voz con un rango notable y una presencia escénica que le dio a Queen su personalidad impredecible, extravagante y colorida


Ese mismo año conoció a Paul Printer quien ganó un lugar destacado en la vida de Mercuri, convirtiendose en su manager y asistente personal. Muchos vieron a Prenter como una sombra mala en la vida de la banda.

Pero si quedan dudas de su influencia como manager, no las hay en su rol de “traidor”. En mayo de 1987, la intimidad de Freddie Mercury ocupó la portada de los diarios sensacionalistas ingleses por varios días. Prenter vendió a su amigo por 32 mil libras de la época. The Sun fue publicando las declaraciones de Prenter día a día. Primero llevó a la tapa la noticia de que dos de los amantes de Mercury habían muerto de sida.

Las revelaciones sobre la vida privada de Mercury siguieron. De su talento no se decía nada, de su intimidad se contaba todo. Mercury no le perdonó la delación y las múltiples infidencias y, a pesar de los intentos de Prenter por contactarse con él, nunca más aceptó hablarle.


Aún cuando era más reconocido públicamente como el líder de una de bandas de rock progresivo más importantes de la década del 70, Freddie desafiaba el estereotipo. Un gusto para aventurarse a nuevos territorios -rasgo que iba a tener una influencia notable sobre la dirección que tomaría Queen- llevó a Freddie a explorar sus intereses en un amplio espectro de las artes, especialmente en las áreas de ballet, ópera y teatro.
Freddie Mercury y The Royal Ballet

 
Incluso teniendo un rol activo: En octubre de 1977, los espectadores de una gala de caridad a sala llena organizada por Wayne Eagling, el bailarín principal del Royal Ballet, en el Coliseo de Londres recibieron la sorpresa de la aparición sin previo aviso de Freddie interpretando, vestido con un traje de lentejuelas plateadas, una intrincada rutina coreografiada para él por Eagling.

En 1986 se caso informalmente con Jimm Hutton–la única manera posible para la época- y se fueron de luna de miel a Japón.

La historia ubica a la Pascua de 1987 como el momento en el que el músico conoció el diagnóstico. Mercury resolvió mantenerlo en su círculo íntimo Se lo contó a Jim al regreso de un viaje a Irlanda y le ofreció separarse. “Yo te amo Freddie, y no me voy a ir a ningún lado”, fue la amorosa respuesta. Y no lo hizo, estuvo ahí presenciando hasta el último aliento del cantante.
En 1987 se hizo realidad uno de los prolongados sueños de Freddie: grabar con la mundialmente reverenciada diva de la ópera Montserrat Caballé. Barcelona, la canción da título al LP, se convirtió en un himno para la ciudad natal de la señora Caballé y el tema de sus Juegos Olímpicos de 1992.

Su útimo concierto junto a Monserrat Caballé

“Ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans en todo el mundo conozcan la verdad, y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella. Mi privacidad siempre ha sido especial para mí y soy famoso por casi no dar entrevistas. Por favor entiendan que esa política continuará”.

La enfermedad avanzaba más a prisa que las curas o los paliativos y cada vez era más difícil mantener el secreto. Freddie realizó su última aparición pública, en febrero de 1990, durante una premiación de los Brit Awards.

Recluido en Garden Lodge tomó la decisión de suspender su medicación. Solo tomaría los calmantes. Estaba claro, y todos coinciden, en que Freddie iba a vivir hasta que él quisiera. Vivió las últimas semanas sereno, con visitas de los íntimos y muchos momentos de paz y risas.
Freddie se apartó de la música y se refugió en la pintura, un hobbie que había dejado suspendido en el tiempo desde su graduación en Arte y Diseño Gráfico. Días antes de su fallecimiento, le pidió a sus amigos que lo ayudaran a dar un paseo. “Quería ver sus cuadros por última vez”, contó su asistente. Terry, guardaespaldas y chofer, lo cargó para bajar las escaleras, y Freddie caminó por el living y el salón japonés con ayuda de sus amigos.

La tarde del 24 de noviembre, en compañía de su novio Jim Hutton, Freddie Mercury moría en su dormitorio de Garden Lodge.
Alguna vez Freddie le confesó a un periodista: “No quiero pasar a la historia como una de esas personas que se preocupan… que esperan que tras mi muerte yo quede como alguien que ha creado algo o que ha inventado algo. La vida es para vivirla”. Lo cumplió.

La desaparición del embajador del rock más innovador y extravagante marcó el fin de una era; músicos y aficionados de todo el mundo presentaron sus altos respetos en el Concierto Tributo a Freddie Mercury realizado en el Estadio de Wembley el 20 de abril de 1992, que dio origen a The Mercury Phoenix Trust, la entidad caritativa contra el VIH/SIDA fundada en memoria de Freddie por los restantes miembros de Queen y Jim Beach, el albacea de Freddie.

viernes, 25 de septiembre de 2020

Pablo Neruda: versos como relámpagos


Pablo Neruda, fue uno de los poetas más fecundos que ha dado la literatura latinoamericana y mundial. 

La historia lo recuerda como uno de los grandes poetas del amor, título que empezó a ganarse ya desde muy joven, cuando publicó una obra que se ha convertido en inmortal: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada". 

Julio Cortázar, otro genio de la lírica escrita en castellano, lo definió así: "Neruda nos devolvía a lo nuestro, nos arrancaba de la vaga teoría de las amadas y las musas europeas para echarnos en los brazos a una mujer inmediata y tangible, para enseñarnos que un amor de poeta latinoamericano podía darse y escribirse hic et nunc (aquí y ahora), con las simples palabras del día, con los olores de nuestras calles, con la simplicidad del que descubre la belleza sin el asentimiento de los grandes heliotropos y la divina proporción". Y el crítico literario Harold Bloom expresó: "ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él", ​ quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales de la literatura occidental de todos los tiempos.

Dueño de una inquebrantable personalidad, resuelto y tenaz hasta las últimas consecuencias, defendía con firmeza todo aquello en lo que creía y en lo que le parecía justo a su entender, así lo describían sus amigos y su propia viuda, Matilde Urrutia, su tercera esposa, 
que sería su compañera de viaje hasta el final de sus días.

Nacido en Parral (Chile) el 12 de julio de 1904, con el nombre de Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, hijo de una obrero ferroviario, y de una maestra de escuela, Pablo fue criado por sus abuelos tras la repentina muerte de su madre a sus dos meses de edad, y por Trinidad Cambia Marverde, la segunda mujer de su padre. Según el propio Neruda, su “segunda madre era una mujer dulce, diligente, tenía sentido del humor campesino y una bondad activa e infatigable”. En 1906, la familia se trasladó a Temuco, cuyo entorno natural, con sus bosques, lagos, ríos y montañas marcaron para siempre el mundo poético de Neruda.

En 1917, a los 13 años, publicó su primer artículo, "Entusiasmo y perseverancia", en el diario La Mañana de Temuco. En esta ciudad, escribió gran parte de los trabajos, que pasaron a integrar su primer libro de poemas: "Crepusculario". 

En 1919 conoció a Gabriela Mistral, por entonces directora del Liceo de Niñas de Temuco, sobre la poeta recordaba: "ella me hizo leer los primeros grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí". ​ 

Hacia 1921, con diecisiete años de edad, comenzó a firmar definitivamente sus trabajos con el seudónimo de Pablo Neruda, esencialmente con el propósito de evitar el malestar del padre por tener un hijo poeta. El nombre elegido, Neruda, lo había encontrado por azar en una revista y era de origen checo; quizá desconocía que se lo estaba usurpando a un colega, un lejano escritor que compuso hermosas baladas y que posee un monumento erigido en el barrio de Mala Strana de Praga. 

Ese mismo año se radicó en Santiago y comenzó sus estudios de pedagogía en idioma francés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde obtuvo el primer premio de los Juegos Florales de la Primavera con el poema "La canción de fiesta",​ publicado posteriormente en la revista Juventud. 

En 1923, publicó "Crepusculario", elogiado por escritores como Hernán Díaz Arrieta, Raúl Silva Castro y Pedro Prado, libro que pudo auto-editar vendiendo muebles, empeñando el reloj que le había regalado su padre y recibiendo un poco de ayuda en el último momento, por parte de un generoso crítico.

En 1924, salió a luz su famoso Veinte poemas de amor y una canción desesperada, con marcada influencia del modernismo. 

En 1926 publica tres breves libros de intención vanguardista "El habitante y su esperanza", "Anillos" (en colaboración con Tomás Lago) y "Tentativa del hombre infinito". 

A los 23 años, y con escasez de recursos económicos, Neruda partió rumbo a Rangún, en Birmania, por aquel entonces parte del Imperio británico para tomar posesión como cónsul electo de tercera clase, en 1927. 

La carrera de cónsul lo llevó a residir en varios países del Extremo Oriente como Birmania, Sri Lanka, Java y Singapur, y, entre los años 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Miguel Hernández y otros de los componentes de la llamada Generación del 27. Durante su estancia en Madrid fundó la revista Caballo Verde para la poesía, una publicación que tomó partido por una "poesía sin pureza". Cuando estalló la guerra civil española, Neruda apoyó al bando republicano y en 1937 escribió "España en el corazón". 

La guerra civil española obligó a miles de personas a exiliarse. Uno de los países que acogió más refugiados españoles fue Francia. El creciente auge del fascismo en el viejo continente obligó al poeta chileno a comprometerse en la ayuda a estas personas. Gracias a las presiones a las que Neruda sometió al gobierno de Chile, éste accedió a recibir a refugiados españoles. 

De este modo, el poeta cambió el destino de más de 2.000 personas, que sobrevivían en campos de refugiados franceses, al colaborar en la gestión de los visados de familias separadas por la guerra. Además consiguió la financiación necesaria para pagar a estas personas un pasaje en el buque Winnipeg, que zarpó del puerto fluvial de Pauillac el 4 de agosto de 1939. Tras una travesía de casi un mes, el barco llegó el 3 de septiembre a Chile, cuando en Europa hacía dos días que había estallado la Segunda Guerra Mundial. 

A su regreso a Chile, en 1939, Neruda ingresó en el Partido Comunista. A partir de entonces su obra experimentará un giro de carácter político. Esta etapa, que se había iniciado con "España en el corazón", culminaría con la publicación en 1950 de Canto General, un libro de poemas que Neruda consideró como un proyecto poético monumental y que aborda la historia de Latinoamérica.

Por entonces e impulsado por su profunda pasión por el mar construye su casa de Isla Negra en el paraje del mismo nombre frente al Océano Pacífico. "El mar me pareció mas limpio que la tierra por eso me vine a vivir frente a las costas de mi patria frente a las grandes espumas de Isla Negra" 

Conocerla es penetrar el alma del poeta, descubrir el niño que anidaba en él. "He edificado mi casa como un juguete y juego en ella la mañana a la noche. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta" 

Sus colección de caracolas, sus mascarones de proa, y un numero incontable de bellos objetos reunidos durante su vida y sus viajes, a los que el llamaba sus "juguetes", nutrían su imaginación y eran sin duda fuente de inspiración de muchos de sus poemas.

Te invitamos a ingresar en la intimidad de la que fue su morada favorita, y acompañarlo en su recorrida, escuchando en su propia voz el intimo relato descriptivo del mágico entorno que lo rodeaba  y en el que pasaba sus días escribiendo, recibiendo a sus amigos y disfrutando de la contemplación de su adorado mar.




En 1945, Pablo Neruda fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Pero su situación se complicó cuando hizo pública su enérgica protesta por la persecución a los sindicatos promovida por presidente Gabriel González Videla Aprovechando su cargo de senador, Neruda hizo gala de su oratoria para denunciar dichos abusos, lo que provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina. 

Tras su paso por Argentina, Neruda marchó a México y más tarde viajó a la URSS, China y otros países de la Europa del Este. Durante su periplo, escribió una serie de poemas propagandísticos que le valieron el Premio Lenin de la Paz. De nuevo en Chile, la poesía de Pablo Neruda daría un vuelco hacia la simplicidad y adquirió una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad. La obra central de esa época fue "Odas elementales", escrita entre 1954 y 1957. En 1956 se separó de su segunda esposa, Delia del Carril, para unirse a Matilde Urrutia.

El reconocimiento internacional le llegó en 1971, cuando recibe el Premio Nobel de Literatura. El año anterior, Neruda había renunciado a la candidatura a la presidencia de su país en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. 

Dos años más tarde, aquejado de cáncer de próstata,
regresó a Chile y falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973, profundamente afectado por el reciente golpe de Estado perpetrado por el general Augusto Pinochet, que doce días antes había derrocado a Allende.

Sus restos junto a los de su última esposa Matilde Urrutia reposan en los jardines de su finca de Isla Negra mirando hacia el Pacífico cumpliendo su voluntad expresada claramente y sin rodeos por el poeta en su "Canto general". "Compañeros, enterradme en Isla Negra, frente al mar que conozco".

Evidentemente, el golpe de Estado de Pinochet debió de influir, en su espíritu y en su físico. Días antes de haber ingresado en el hospital, los militares asaltaron dos de sus casas, la del Cerro San Cristóbal y La Chascona, en Santiago, donde confiscaron sus libros y sus colecciones, algunas de las cuales fueron destruidas. La junta militar ordenó retirar sus obras de las librerías y algunos de sus libros fueron quemados "como escarmiento público a los ideales comunistas y socialistas". 

Un amargo final para el autor de poemas de gran intensidad y sentimiento, poemas que llegaron al corazón de millones de personas. 

Te dejamos a continuación, su Poema 20, en la voz del poeta, quizá el más conocido de su antología "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"






jueves, 27 de agosto de 2020

Abel Carlevaro o la guitarra y su mundo
















"No hay sonido mas hermoso que el de una guitarra... tal vez el de dos" Federico Chopin

Sus interpretaciones y composiciones, así como sus escritos pedagógicos, lo ubicaron como creador de la nueva escuela de la guitarra a nivel universal, con centros de estudio en varios países del mundo.
Su obra como ejecutante de la guitarra, compositor y docente alcanzó alta repercusión a nivel mundial.

Compositores de la talla de los brasileños Heitor Villa Lobos
y Camargo Guarnieri, y el argentino Alberto Ginastera, le dedicaron especialmente obras para su interpretación.

Nacido en Montevideo en 1916, era hijo del médico Juan
Carlos Carlevaro aficionado a la guitarra y de Blanca Casal Ricordi.  A  los cinco años inició sus estudios de guitarra clásica con el profesor Pedro Vittone.  Más tarde estudia armonía y contrapunto con José Tomás Mujica por ocho años, y paralelamente orquestación con Pablo Komlos durante cuatro años.






Se relaciona, asimismo, con el célebre guitarrista Andrés Segovia, que en ese entonces residía en Montevideo, con el que trabaja durante nueve años y quien en 1942 lo presenta públicamente en la principal sala de conciertos de Montevideo, con resonante éxito. 
 
Al año siguiente es invitado por Heitor Villa-Lobos, a viajar a
Brasil. Durante varios meses Carlevaro estuvo en Río de Janeiro estudiando con el compositor brasileño sus obras para guitarra, en particular varios de sus Doce Estudios.
Estrenó en Río, en presencia de Villa-Lobos, sus Preludios 3 y 4 para guitarra. En 1948, con el respaldo del gobierno uruguayo, realizó su primer viaje a Europa, ofreciendo numerosos conciertos en España, donde además filmó una película documental. También se presentó en París y en Londres, donde grabó su primer disco. Luego de una larga estancia en París, donde trabó amistad con el compositor Maurice Ohana y participó en la creación de su primera obra para guitarra y orquesta, retornó a Uruguayen 1951.

En 1965, con el seudónimo Vicente Vallejos, grabó un disco
de música popular rioplatense titulado La guitarra de oro del
folklore 1.

Volvió a Europa en 1974 y ofreció su primer concierto de esta
segunda etapa en París, en la Sala Pleyel. En 1975 difunde en Europa, invitado por Radio Francia, los fundamentos de su Nueva Escuela de Guitarra. A partir de entonces, viajó a Europa hasta dos y tres veces por año, brindando conciertos y masterclasses, así como dirigiendo seminarios internacionales. También hizo lo propio en toda América, del Sur y del Norte, y se presentó varias veces en Taiwán y en Corea.


En 1979 la Editorial Barry publica su libro Escuela de Guitarra. Exposición de Teoría Instrumental, que es posteriormente traducido al chino, japonés, coreano, francés, alemán e inglés.

Su labor docente hizo que durante años algunos de sus alumnos llegasen del exterior a radicarse en Montevideo, o a cumplir viajes periódicos para recibir su magisterio.


Entre sus alumnos cabe destacar a Álvaro Pierri, Alfredo Escande (quien, además de discípulo, fue su colaborador directo en la redacción de todos los escritos pedagógicos de Carlevaro desde 1976 hasta el fallecimiento del Maestro, y luego escribió su biografía), Baltazar Benítez, Eduardo Barca, Jad Azkoul, Miguel Ángel Girollet, Roberto Aussel, Patrick Zeoli, Janez Gregoric, Léon Frijns, Magdalena Gimeno, José Fernández Bardesio, Eduardo Fernández, César Amaro, Ricardo Barceló, Juan Carlos Amestoy y Marcos Puña, entre muchos otros.


Brian Hodel, en "Guitar Review", comentó sobre Carlevaro lo siguiente:

"...si las enseñanzas de Abel Carlevaro han causado una revolución tanto en la técnica de la guitarra, como en la concepción de las posibilidades del instrumento, este libro es su manifiesto. (...) Carlevaro ha hecho para la guitarra lo que Czerny y Hanon hicieron para el piano. Nos ha dado un sistema lógico y completo que no sólo nos provee de soluciones elegantes para los más intrincados problemas técnicos de la guitarra, sino también ha abierto nuevos horizontes para la interpretación".

En París, en 1984, presenta el diseño de su nueva guitarra sin boca cuyos sonidos se emiten por las aristas de la tapa flotante del instrumento, cuya fabricación llevó a cabo el luthier alemán Eberhard Kreul. con el que pretendía sentar las bases de una construcción más lógica del instrumento, de acuerdo con su concepción orquestal del mismo, privilegiando la capacidad de la guitarra de brindar matices y colores tímbricos con mayor riqueza y simultaneidad.

Las últimas décadas de la vida de Carlevaro estuvieron signadas
por sus frecuentes giras a países de Europa y América. Por haber sido una de las figuras más influyentes en el mundo de la guitarra de la segunda mitad del siglo XX, recibió invitaciones periódicas, tanto en su calidad de intérprete como de docente, para realizar conciertos, ofrecer conferencias e integrar tribunales internacionales. En medio de esa actividad febril, falleció en Alemania a los 84 años de edad.
Entre sus obras de renombre es posible mencionar su Concierto del Plata (guitarra y orquesta), Fantasía Concertante (guitarra, cuerdas y percusión), Concierto Nº 3 para guitarra y orquesta, Prels posible mencionar su Concierto del Plata (guitarra y orquesta), Fantasía Concertante (guitarra, cuerdudios Americanos, Cronomías (sonata), Estudios "Homenaje a Villa-Lobos" y su serie de 20 Microestudios.