El principio de Peter, una serie de sabias reflexiones a partir de
organizaciones públicas y privadas, empresarias y sin fines de lucro vio la luz
como libro en los Estados Unidos en 1969.
Su autor Lawrence J. Peter.
Su autor Lawrence J. Peter.
Raymond Hull coautor de la obra dice
en la Introducción:
“Las páginas que siguen presentan la explicación del
profesor Peter de su Principio, el más penetrante descubrimiento social
psicológico del siglo.“
“¿Se atreve usted a leerlo? ¿Se atreve usted a enfrentarse,
en una deslumbrante revelación, a la razón por la cual las escuelas no otorgan sabiduría,
por qué los Gobiernos no pueden mantener el orden, por qué los tribunales no imparten justicia,
por qué los planes utópicos nunca engendran utopías?”
“En resumen, este conocimiento revolucionará su vida...,
quizá la salve. Así, pues, si tiene usted el
valor suficiente, continúe
leyendo, anote, aprenda de memoria y aplique el Principio de Peter.
Luego le llega el turno al autor. Sabio, mordaz, con la dosis
de humor necesario para que podamos digerirlo, reflexionar y aplicarlo. Lo releemos
ahora a cuarenta años de publicado con el insoslayable filtro de las circunstancias.
Nos dice en el prólogo:
“Este libro está dedicado a todos los que, trabajando, jugando, amando, viviendo
y muriendo en su Nivel de Incompetencia, suministraron los datos para la
fundación y desarrollo de la saludable ciencia de la Jerarquiología. Salvaron a
otros: a sí mismos no pudieron salvarse".
Y en algunos párrafos:
“De este modo, mi análisis de centenares de casos de incompetencia ocupacional
me llevó a formular El Principio de Peter: EN UNA JERARQUÍA, TODO EMPLEADO TIENDE A
ASCENDER HASTA SU NIVEL DE INCOMPETENCIA"
"El término "jerarquía" fue empleado
originariamente para describir el sistema de gobierno de la Iglesia por medio
de sacerdotes escalonados en grados. El significado actual incluye a toda
organización cuyos miembros o empleados se hallan dispuestos por orden de
rango, grado o clase.
“La jerarquiología, no obstante ser una disciplina
relativamente reciente, parece tener una gran aplicabilidad en los campos de la
administración pública y privada.”
“El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han
alcanzado todavía su nivel de incompetencia.”
“Las excepciones aparentes no son excepciones. El Principio
de Peter se aplica a todos los empleados de todas las jerarquías”.
“Le parecerá ya a usted evidente que el Principio se aplica también a la rama
ejecutiva: departamentos ministeriales, direcciones generales, agencias y
delegaciones a nivel nacional, regional y local. Todos, desde las fuerzas de Policía
hasta las Fuerzas Armadas, son rígidas jerarquías de empleados a sueldo, y todas
se hallan necesariamente sobrecargadas de incompetentes que no pueden realizar
su trabajo, no pueden ser ascendidos, pero no pueden ser excluidos.”
“Hasta el presente, ningún politólogo ha analizado
satisfactoriamente el funcionamiento de los Gobiernos, ni ha predicho con
exactitud el futuro político. Los marxistas han errado en su análisis tanto
como los teóricos capitalistas. Mis estudios sobre jerarquiología comparada han
puesto de manifiesto que los sistemas capitalistas, socialista y comunista se
caracterizan por la misma acumulación de personal superfluo e incompetente.
Aunque mi investigación se halla todavía incompleta, presento a continuación
los resultados de la misma a manera de informe provisional.”
Y cierra el libro finamente irónico:
"He dicho ya suficiente para hacerle ver que su felicidad, salud y el goce de
realizarse, así como la esperanza para el futuro del hombre radican en la
comprensión del Principio de Peter, en la aplicación de los principios de la
jerarquiología y en la utilización de la prescripción de Peter para resolver
los problemas humanos. He escrito este libro para que pueda usted comprender y
utilizar el Principio de Peter. Su aceptación y aplicación son cosas de su
propia incumbencia. Le seguirán, sin duda, otros libros. Entretanto, esperemos
que algún filántropo no tarde en fundar en alguna parte, en alguna Universidad
importante, una cátedra de jerarquiología. Cuando esto ocurra, yo estoy calificado y dispuesto a ocupar
el puesto, ya que me he mostrado capaz en mi actual empeño".
Vale la pena recorrer una y otra vez las poco más de 200
páginas. Expresan lucidez pero no desánimo y una ironía que deja entrever
confianza en la humanidad.
Con el deseo ferviente que la competencia de gobernantes,
autoridades en general y de cada uno de nosotros primen para vencer el flagelo
que nos aqueja.
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