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martes, 24 de marzo de 2020

Sobre la incompetencia en tiempos de pandemia



El principio de Peter,  una serie de sabias reflexiones a partir de organizaciones públicas y privadas, empresarias y sin fines de lucro vio la luz como libro en los Estados Unidos en 1969.
Su autor Lawrence J. Peter. 

Raymond Hull coautor de la obra dice en la Introducción:

“Las páginas que siguen presentan la explicación del profesor Peter de su Principio, el más penetrante descubrimiento social psicológico del siglo.“  

“¿Se atreve usted a leerlo? ¿Se atreve usted a enfrentarse, en una deslumbrante revelación, a la razón por la cual las escuelas no otorgan sabiduría, por qué los Gobiernos no pueden mantener el orden,  por qué los tribunales no imparten justicia, por qué los planes utópicos nunca engendran utopías?”

“En resumen, este conocimiento revolucionará su vida..., quizá la salve. Así, pues, si tiene usted el 
valor suficiente, continúe leyendo, anote, aprenda de memoria y aplique el Principio de Peter.

Luego le llega el turno al autor. Sabio, mordaz, con la dosis de humor necesario para que podamos digerirlo, reflexionar y aplicarlo. Lo releemos ahora a cuarenta años de publicado con el insoslayable filtro de las circunstancias.

Nos dice en el prólogo: 

 “Este libro está dedicado a todos los que, trabajando, jugando, amando, viviendo y muriendo en su Nivel de Incompetencia, suministraron los datos para la fundación y desarrollo de la saludable ciencia de la Jerarquiología. Salvaron a otros: a sí mismos no pudieron salvarse".


Y en algunos párrafos:

“De este modo, mi análisis de centenares de casos de incompetencia ocupacional me llevó a formular El Principio de Peter:  EN UNA JERARQUÍA, TODO EMPLEADO TIENDE A ASCENDER HASTA SU NIVEL DE INCOMPETENCIA"


"El término "jerarquía" fue empleado originariamente para describir el sistema de gobierno de la Iglesia por medio de sacerdotes escalonados en grados. El significado actual incluye a toda organización cuyos miembros o empleados se hallan dispuestos por orden de rango, grado o clase.

“La jerarquiología, no obstante ser una disciplina relativamente reciente, parece tener una gran aplicabilidad en los campos de la administración pública y privada.”

“El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.”

“Las excepciones aparentes no son excepciones. El Principio de Peter se aplica a todos los empleados de todas las jerarquías”.

“Le parecerá ya a usted evidente que el  Principio se aplica también a la rama ejecutiva: departamentos ministeriales, direcciones generales, agencias y delegaciones a nivel nacional, regional y local. Todos, desde las fuerzas de Policía hasta las Fuerzas Armadas, son rígidas jerarquías de empleados a sueldo, y todas se hallan necesariamente sobrecargadas de incompetentes que no pueden realizar su trabajo, no pueden ser ascendidos, pero no pueden ser excluidos.”

“Hasta el presente, ningún politólogo ha analizado satisfactoriamente el funcionamiento de los Gobiernos, ni ha predicho con exactitud el futuro político. Los marxistas han errado en su análisis tanto como los teóricos capitalistas. Mis estudios sobre jerarquiología comparada han puesto de manifiesto que los sistemas capitalistas, socialista y comunista se caracterizan por la misma acumulación de personal superfluo e incompetente. Aunque mi investigación se halla todavía incompleta, presento a continuación los resultados de la misma a manera de informe provisional.”


Y cierra el libro finamente irónico: 

"He dicho ya suficiente para hacerle ver que su felicidad, salud y el goce de realizarse, así como la esperanza para el futuro del hombre radican en la comprensión del Principio de Peter, en la aplicación de los principios de la jerarquiología y en la utilización de la prescripción de Peter para resolver los problemas humanos. He escrito este libro para que pueda usted comprender y utilizar el Principio de Peter. Su aceptación y aplicación son cosas de su propia incumbencia. Le seguirán, sin duda, otros libros. Entretanto, esperemos que algún filántropo no tarde en fundar en alguna parte, en alguna Universidad importante, una cátedra de jerarquiología. Cuando esto ocurra, yo estoy calificado y dispuesto a ocupar el puesto, ya que me he mostrado capaz en mi actual empeño".


Vale la pena recorrer una y otra vez las poco más de 200 páginas. Expresan lucidez pero no desánimo y una ironía que deja entrever confianza en la humanidad.

Con el deseo ferviente que la competencia de gobernantes, autoridades en general y de cada uno de nosotros primen para vencer el flagelo que nos aqueja.

                                         

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