Regreso con gloria: el vinilo

El presente

Mientras que el CD ha perdido terreno dramáticamente en los últimos años debido a que el streaming se transformó en la manera más práctica de escuchar música a través de un teléfono celular o computadora, el vinilo ha recuperado la consideración de los escuchas sostenida en su calidad.

La tecnología del vinilo sigue siendo la misma, pese a que tanto los equipos que se manufacturan hoy —incluyendo los parlantes— y los vinilos reeditados, son de calidad superior a décadas pasadas. Por lo tanto, la experiencia auditiva es mejor.

Hay mucho en común entre el libro en papel y la música en vinilo. Hoy también el libro se puede llevar en la tablet o en el móvil. Pero la gente valora el libro físico; lo mismo pasa con el long play.

La historia

La invención del tocadiscos es sin duda una de las influencias más significativas en difusión y valoración de la música y la cultura.

En 1931 RCA Victor, introdujo al mercado el primer LP de vinilo clasificado como discos para la transcripción de programas. Estos discos revolucionarios fueron diseñados para ser reproducidos a 33 1/3 RPM y con un tamaño de 30 cm de diámetro lo que resultaba en una duración de 10 minutos por cada lado.

Así en los Estados Unidos, entre otros varios efectos sociales decisivos, la música grabada ayudó  a tender puentes –al ritmo del jazz y el blues- frente la

brecha racial entre blancos y negros.

Las grabaciones de música interpretada por artistas negros crecieron en popularidad. Así el sello discográfico Tamla-Motown difundió en el mundo la música de estos artistas durante varias década

Los años 60 y 70 del siglo XX pueden considerarse la época dorada del vinilo y aunque la forma en la que se escucha música ha evolucionado en los últimos 30 años, el tocadiscos y el vinilo se pueden considerar como los verdaderos pioneros, los principales responsables de la generalización de la música grabada. 

¿Suenan en realidad mejor que otros soportes?

Ante todo cabe destacar que suenan mejor si el equipo de música es de calidad. Amplificador de calidad (si es de válvulas mejor) y altavoces de calidad entre otros.

Una de las razones más esgrimidas a su favor, es que el vinilo es un soporte analógico que permite rangos de frecuencia más grandes que el digital. Incluye vibraciones subsónicas y ultrasónicas (por encima y debajo el espectro audible) y la música se graba tal y como suena originalmente.)

No obstante la afirmación de “mejor” entre comillas es porque el proceso de grabación, mezcla y creación de un master al día de hoy es completamente digital también. Todo depende de los rangos de frecuencia con los que se grabe el original y las frecuencias de muestreo.

El renacimiento

El renacimiento de los discos de vinilo no puede explicarse, por tanto desde una única perspectiva. Hay varias razones que invitan a apostar por ellos, como su sonido, la posibilidad de consumir música de una forma diferente o el coleccionismo. Es posible que en el número creciente de escuchas se den varias de estas razones simultáneamente.

Hace no tantos años ninguno de nosotros hubiera imaginado que retornarían los discos de vinilo, adquiriendo una popularidad inusitada.

Las razones pueden ser diversas, una de ellas y quizá la más significativa, es la vinculada al romanticismo asociado a éste.

Es disco de acetato es  un producto nostálgico que implica un mayor nivel de compromiso por parte del  oyente. No sólo porque es más costoso que un CD normal, sino porque el acto de escucharlo implica interacciones físicas que otros formatos carecen (poner la aguja, calibrar el equipo, dar vuelta cada lado una vez que termina, limpiar los discos).

Es evidente que esa nostalgia que algunos melómanos nunca perdieron ha conquistado ahora a más personas, pero esta tendencia también responde al hecho de que muchos aficionados han descubierto que los discos de vinilo pueden sonar magníficamente.
 

Un disco de acetato es en sí una obra de arte, un artefacto físico cuidadosamente diseñado y que hay que tratar con cariño y respeto.

Tienen además un aspecto social: es divertido reunirse con amigos –cuando el control de la pandemia vuelva a permitirlo- y poner un álbum sobre la bandeja, algo romántico y tradicional que no ocurre con los discos compactos, de por si menos interesantes en empaque y presentación de su contenido. Tener un CD es algo así como tener una postal. Tener un vinilo se parece a tener un cuadro. Muchas tapas de los vinilos son verdaderas obras de arte.

Para los amantes de la música pocos placeres pueden compararse al ruidito que hace la púa de un tocadiscos cuando se apoya sobre un LP de vinilo. De todos los formatos existentes para reproducir canciones —desde los cassettes hasta los CDs y la utilitaria banalidad de los MP3s— el vinilo ha vuelto a ser el rey indiscutible. 

Más allá de su notoria fidelidad de sonido y calidez natural, los tradicionales LP tienen un embrujo, un carisma que ha sobrevivido al paso del tiempo y cosechado admiradores entre las generaciones jóvenes.

Opiniones con fundamento

Neil Young piensa que, como el CD tiene un formato digital - no es música como tal, sino sonido dispuesto en forma de códigos binarios-, podemos advertir absolutamente todos los detalles de una canción la primera vez que la escuchamos.

Y, como nada se esconde a la sensibilidad del oído, el cerebro no se siente impulsado a poner el CD por segunda vez. «En realidad, no estás escuchando música -añadía-, sino códigos y dígitos, tonos y frecuencias que recrean el sonido de la música».

Charlie Watts "Me apasionan todas las cosas antiguas. Mi casa es antiquí­sima y está llena de objetos y muebles que colecciono desde hace años. Conservo todos mis viejos discos de vinilo y no permito la entrada de compactos en casa."

Charly García: "Llegó un momento en el que todos los discos sonaban iguales

y era un plomo ir con el CD y escucharlo en tu casa y que sonara como una milanesa napolitana. Le están sacando la pasión a la música. El principio es muy simple: cuando tocás una nota, transmitís una vibración, y eso llega en estado puro desde un vinilo. Como dijo Jimi Hendrix, la música no son las notas, sino lo que hay entre ellas, y eso no lo puede leer el CD"